En general hemos quedado muy satisfechos con nuestra estancia en el hotel. La habitación tenía todo lo necesario para que estuviéramos cómodos y la cocina es un plus, además los desayunos eran muy completos. El personal también fue bastante amable, aunque no hablaban español y nosotros tampoco otros idiomas, pero tienen un empleado italiano con el que nos entendimos más.
Lo que menos nos gustó fue que en nuestra habitación la moqueta se veía muy gastada y con algunas manchas, eso le restaba puntos. Y los alrededores del hotel tampoco, ya que está en una zona con mucho tráfico, apartada y desangelada, aunque también en la puerta para un bus que en tres paradas te deja en el centro de la ciudad.
Pero a pesar de los inconvenientes nos ha gustado y repetiríamos.
Pero incluso con estos inconvenientes nos ha gustado y repetiríamos