Protocolo Covid19 NULO.
Comedor: Citan a todos los clientes en el primer turno de comida 12:30 almuerzo, 19:00 cena. Para el desayuno citan en el segundo turno, 8:30. Las colas son interminables y larguísima. Menos mal que el tiempo acompañaba, no me quiero imaginar cómo hubiera sido con lluvia. Porque la cola era al aire libre, sí, al solajero. Una vez dentro, cada comensal se sirve su comida, tocando los utensilios, que no solo pasan de mano en mano, sino que, además, se apoyan sobre la comida en lugar de un plato a parte. No hay mucha variedad de productos pero lo que hay está bueno. Lo/as camarero/as son unos cracks, porque, si bien, no son los más atentos, amables y serviciales que he visto, no paran ni un segundo porque el comedor está desbordado. Y la barra idem.
Aspecto hotel: se nota que tiene muuuchos años, necesita una buena reforma.
Limpieza: se realiza cada 3 días por lo que nosotros que fuimos 2 noches no vimos al personal de limpieza. Pero la habitación estaba limpia.
Hamacas - piscina: Las piscinas no tienen nada que ver con las fotos. Ni son tan grandes, ni tan limpias, ni las zonas comunes tan amplias. Había que ir antes de las 8 de la mañana a buscar hamaca porque si no te quedabas sin ellas. Me parece fatal que vaya uno a disfrutar y tenga que madrugar igual o más que si va a trabajar. La limpieza de las hamacas consistía en rociarlas con un spray, ni paño posterior ni nada, si el covid esta justo donde cae ninguna gota del líquido...suerte. NO REPETIRE.