Viajo todos los años una o dos veces a Helsinki, y desde hace unos cuanto siempre me alojo en este hotel, principalmente por su ubicación. Unas veces solo y otras acompañado e incluso con otra pareja a la que recomiendo el hotel. Podríamos decir que soy un cliente habitual como me imagino que así les consta. No hablo inglés y menos finés, así que siempre que llego intento explicarme como puedo, y siempre les suplico que me concedan una habitación con vistas, en la fachada principal. Siempre me lo han concedido, pero a veces como en esta ocasión, en la que además no era una habitación para mí solo sino para dos personas, se da el caso de que te conceden una habitación algo minimalista, con dos camas pequeñas y un baño adaptado a personas con problemas de movilidad, lo que se traduce en un baño con elementos adecuados a esas necesidades. Algunas personas de recepción me parece que son las mismas de otros años, en cualquier caso, ignoro si es así el carácter finlandés, son como poco amables, lo cual unido al problema del idioma convierte la asignación de la habitación en algo más que enojoso. Desde mi punto de vista tienen un déficit en amabilidad y en cuanto a la empresa otro déficit en política a seguir con los clientes fieles o habituales. El resto de los servicios, como el desayuno, ya lo conozco y aunque no conceda la más mínima variación, ya sé lo que hay y lo aguanto los 4 o 5 días que suelo permanecer en el establecimiento. habituales