Nuestros días fueron muy bien aprovechados, con la posibilidad de disfrutar de la pileta del hotel en las tardes calurosas de Mykonos, en Septiembre.
La parada del bus, exactamente en la base del hotel, permitía el traslado hasta la ciudad de MYK en pocos minutos, aunque se encontraba también a distancia razonable para caminar.
Si bien la ciudad de MYK es muy atractiva, ideal para recorrerla y visitarla, especialmente en la tarde, antes de la caída del sol y asi poder apreciarlas desde algún buen lugar, tomando algo, la isla en si misma me pareció muy poco atractiva pues su geografía y naturaleza son muy agrestes.
Sin embargo, la experiencia final es muy buena.