Valorar a cualquier hotel con un 10 es lo más sencillo del mundo, sin atender a ninguna razón objetiva una vez acabada la estancia. Si hemos de atender a alguna razón objetiva en los momentos actuales que se viven como consecuencia de los sucesos en Europa del Este, los gestores de este hotel no tienen ningún tipo de consideración ni de respeto hacia las personas y se merecen, por lo tanto, un 0.