Este hotel fue fenomenal, el equipo de recepción fue amable y el check-in fue muy rápido. La habitación estuvo genial, era un apartamento con diferentes secciones y estaba muy limpio, recién renovado y tener una cocina, lavavajillas y un refrigerador hacía muy práctico guardar tus propios refrigerios. No hay un servicio de limpieza diario a menos que lo pagues, pero si te hace falta algo sin ningún problema puede pedirse y te lo llevan el mismo día. El desayuno fue delicioso y a buen precio, incluso comparado a los restaurantes de la zona, ofreciendo muchas opciones. La ubicación es increíble, a pocos pasos de un puente donde se ve el Big Ben y que cruza directamente al London Eye, a pocos pasos de Trafalgar y a 10 minutos de Piccadilly, y a lado de una estación donde te conectas a los aeropuertos y a estaciones que te llevan fuera de la ciudad. De igual forma, hay un callejón detrás del hotel donde hay varias opciones de comida y tiendas. En fin, una excelente opción para personas que viajan con familia o que solo desean tener la conveniencia de un hotel que lo tiene todo y muy cerca.