Mala experiencia desde el primer momento. Teníamos una habitación familiar. Al llegar, vimos que no habían limpiado la habitación después de los últimos clientes: las camas no estaban hechas, había restos de la última cena. Además la habitación era mucho más vieja y mal cuidada que las fotos en la página web de ese tipo de habitación. Bajamos a recepción y el recepcionista nos dijo que no sabía qué había pasado y nos ofreció dos habitaciones en otra planta. Esas habitaciones se parecían más a las fotos de la web. El segundo día descubrimos porqué la habitación original estaba sucia al llegar. Resulta que el servicio de limpieza estaba de vacaciones, con lo cual no había nadie para hacer camas o limpiar nada. Y estamos hablando de mediados de julio!! Total, estuvimos de sábado a viernes, y el primer y único día que alguien pasó a hacer las habitaciones fue el miércoles. Y se limitaron a barrer un poco el suelo y estirar los nórdicos, literalmente. Ni tan sólo pusieron más gel de ducha, que estaba casi vacío. Un día nos encontramos a otros clientes quejándose de lo mismo. Cada vez que nos quejábamos por algo, en recepción no tenían ninguna respuesta adecuada. Pedimos hablar con el director o encargado, y la respuesta fue que no había. Que podíamos escribir un email con nuestra queja. Al final tuvimos que ponernos bordes y exigir a la recepcionista que llamara a quien fuera para darnos una respuesta a nuestras quejas.
En 30 años que viajó por el mundo, el peor hotel de 3 *.