Este hotel engaña a los clientes que les envían al edificio contiguo, ya que este no es ni hotel ni se le parece, las habitaciones son muy pequeñas de 10 m o menos, en la 4º planta tipo abuhardilladas y como no tengas cuidado, te abres la cabeza, la cama de 1,35 m para 2 adultos y pegada a la pared sin mesillas, en el baño entra una persona y con dificultades, el desayuno espartano, dos lonchas de queso de bola y café americano, y cuesta en mayo de 2019 150 € la noche, nada recomendable.