Un hotel muy bien ubicado, muy buena atención del personal y excelente limpieza, pero con un servicio de comidas y desayuno muy básico, y por ser agosto, un poco desbordado de gente.
El horario de cena comienza muy temprano y termina radicalmente a las 21:30 (se retira el buffet).
En caso de tomar media pensión sugiero que elijan almorzar así no les corta la tarde de Playa, ya que a las 21hs se pone el sol…
Los servicios del hotel son, para el precio que se paga, escasos: no hay servicio de toallas en piscina (alegan situación COVID, pero si ofrecen servicios de toalla en habitación es ridiculo que no lo ofrezcan en piscina).
Y por otra parte, que una habitación de 240 dólares la noche no tenga heladera en la habitación es muy incómodo, algo que se puede mejorar con poco.
Finalmente el acceso a la Piscina más bonita, en la planta superior, es solo para quienes consuman en el bar situado en la misma, con precios de 15 euros un trago. Deberían aclarar esto de antemano.