Ubicación excelente, a media cuadra de la estación de metro Berri, que conecta con las 3 líneas más importantes y del Viejo Montreal, como a 4 cuadras caminando. Moverse ahí es muy sencillo y es seguro, pero de preferencia ir por las avenidas grandes si ya es noche, pues se pone solitario. El hotel cómodo, sin demasiados lujos pero suficiente para un viaje turístico donde solo necesitas donde dormir y desayunar. En verano está agradable, pero si se siente frío hay que pedir que prendan la calefacción porque tiene un control central que solo usan en invierno. Hay bufette con fruta, cereal y comida caliente. En la recepción, gran disposición de orientar al turista.