Nuestra estancia en este hotel ha estado bastante bien, lo único, que el desayuno se sirve demasiado pronto (7:30-10:30) en sabados y domingos en verano y a partir de las 10 ya no queda practicamente nada. La piscina tiene unas vistas espectaculares y el spa está muy bien, y no estaba nada concurrido para ser Agosto con lo que lo puedes disfrutar bien. La habitación la pedimos con cama de matrimonio y nos la dieron con dos camas y no nos la cambiaron, pues dijeron que había muy poquitas con cama de matrimonio, pero sí aparecía en expedia como que era de matrimonio. El personal del hotel fue muy amable pero echamos un poco en falta que supieran que calas recomendarnos, teniendo en cuenta que estamos en Mallorca y la ubicación del hotel hace necesario saber bien a dónde quieres ir, pues está bastante lejos.
El pueblo en el que está ubicado es precioso, pequeñito pero precioso pueblo de la Tramuntana, eso si, si vais con niños hay curvas durante 40 minutos para llegar. Los restaurantes del pueblo muy bien, muy rico y barato. En resumen, hotel en una ubicación espectacular, con buenos servicios, limpio, te proporcionan toallas para la piscina y el spa y desayuno bueno si eres madrugador.