Es curioso que el hotel más caro al que me he alojado nunca sea, a su vez, el PEOR hotel en el que me he alojado hasta la fecha.
Experiencia sumamente decepcionante. Precio desorbitado por un hotel que parece más un hospital viejo, sin ningún mínimo detalle cuidado, sucio. El trato por parte de los trabajadores deja mucho que desear. Vamos, un auténtico robo.
Las habitaciones son deprimentes, decoración anticuada y en mal estado. Algunos insectos nos dieron la bienvenida en la habitación. La moqueta sucia, raída, se nota que lleva ahí desde que lo abrieron.
Lo único medianamente positivo es la piscina, y digo positivo por compararlo con el resto del hotel, aunque encontraréis toallas viejas y descoloridas que necesitan una renovación urgente.
Si no queréis tirar vuestro dinero y pasar una mala estancia, no os alojéis en este sitio.