Fué un desastre desde el prncipio, pues teníamos en la reserva el parking incluido y al llegar nos dijeron que estaba lleno. Al preguntar por el desayuno que también teníamos incluido, el recepcionista salió fumando del despacho y nos dijo que hasta las 12, nos pareció extraño y le volvimos a preguntar y dijo que no nos preocupáramos, que durmiéramos lo que quisiéramos porque lo teníamos incluido. A las 10.25 de la mañana bajamos a desayunar y estaba todo recogido, nos informaron que ya no quedaban croissants, pero que podríamos coger pan y café de la máquina. Mientras nos preparábamos el desayuno, apareció el mismo recepcionista, que nos gritó que estaba cerrado, le dijimos que él mismo nos comentó que podíamos bajar hasta las 12 horas, nos gritó que saliéramos YA y nos quitó el pan. Nosotras muy asustadas salimos y recogimos nuestras maletas y abandonamos el hotel con mucho miedo. No nos trataron con educación