El personal ha sido lo único maravilloso del hotel. Todos y cada uno de ellos nos han atendido con una gran sonrisa en la cara. Intentamos reservar una de las plazas de parking de las que dispone el hotel días antes de nuestra llegada, pero nadie nos atendió al mensaje. Por lo que, a nuestra llegada, tuvimos que buscarnos la vida para aparcar nuestro vehículo (cosa que nos costó horrores). La entrada a la habitación fue espectacular. Nos recibieron con la cama llena de pétalos de rosa y bombones en la cama... Pero todo fue yendo cuesta abajo: habitación en la que era imposible estar, ya que hacía un calor horrible, pues no funcionaba el aire acondicionado. Al llegar al baño, me encuentronun restregón de caca, supongo que de los anteriores huéspedes. La bañera de hidromasaje todo bien, pero lo que debía ser una ducha relajante, también con hidromasaje... No funcionaba ninguno de los chorros. Pasar la noche fue duro con el calor y la almohada tan bajita y blanda. Desayuno de buffet justito. Todo estaba bueno, pero apenas tenías variedad a la hora de elegir. Quiero insistir en la amabilidad de todos los trabajadores, creo que fue lo único perfecto. Creo que no nos volveríamos a alojar en este hotel.