El hotel esta muy lejos del centro, aunque la combinación con el bus y el tram es adecuada. A partir de las 9 de la noche la zona es tenebrosa y da miedo andar por allí, casi todo esta cerrado. No pasa una sola alma por la calle. Tiene un supermercado cerca y un restaurante (il giardino) MUY RECOMENDABLE (tanto por precio como por calidad). Se recomienda hacer una parada de bus hasta llegar a la parada del tram por la que hay que pasar por un túnel subterráneo, pues el ambiente se baraja bastante hostil por la zona. Para comprar tikets de transporte solo hay un estanco delante del hotel y un colmado a unos metros en dirección contraria a las paradas de tram y bus. Una vez dentro del hotel la limpieza, es adecuada, pero no suficiente. Lleva años sin ser pintado y la moqueta necesita una buena higienización pues parecen llenas de polvo y porquería (con sus pertinentes acaros) El servicio de habitaciones es pésimo. Tuvimos la ducha estropeada durante toda la estancia aun habiéndonos quejado en varias ocasiones. No dispone de cortinas opacas y a las 7 de la mañana (verano) entra una luz con la que difícilmente puedes conciliar el sueño de nuevo a partir de entonces. El bufete del desayuno es PESIMO a parte de la mala educación por parte de la camarera, los productos no son ni frescos ni de buena calidad como un hotel de esas estrellas merece. Zumo de polvo, y bollería industria malisima. Embutidos nefastos, solo hemos podido comer pan con nutella. Una mala experiencia sin duda.