Estaba muy emocionado con las expectativas que tenía de alojarme en este hotel de 5 estrellas. Desgraciadamente sólamente me impresionó las vistas desde la habitación y desde el Sky 28.
Todo lo demás corresponde a un hotel de 3 estrellas.
Mucho barullo en la entrada con mucho personal y buenos automóviles en la puerta. Entras en el hall, haces el check-in y si tienes la suerte que te asignen una habitación en piso alto, pues maravilloso.
Ya cuando vas a cenar comienzan las pegas: no te ofrecen lo que está en las cartas en los restaurantes del hotel, si subes al SKY 28 te sentirás vigilado en todo momento puesto que creen que eres un intruso, si tienes que utilizar el 'business center' la impresora sin tinta, problemas de conexión y oredenadores obsoletos, si quieres pedir agua en el hall la tienen bajo llave y te costará un triunfo que te la sirvan ya que un sólo camarero tiene la llave (realmente absurdo) y, finalmente, el desayuno pésimo y de muy baja calidad con zumos no naturales (de bote!!!!).
Hablé con el Director y más vale no hubiera hablado; no me ayudó ni me solucionó absolutamente nada. Y ni un mínimo detalle...........................
En fin, habitación de 5 estrellas y el resto hotel de 3 estrellas