Personal súper amable. Habitación limpia y cómoda, el wifi no funcionaba bien, y la ducha para agua caliente había que esperar mucho, pero bueno salía caliente.
Lo más feo a destacar es la zona en la que está, mendigos, sucio, palabras del personal, gente peligrosa, a pesar de ello, en ningún momento tuvimos un susto, solo miraban, pero si eso, caminar rápido y no hacer caso a nadie.