Como la mayoría de hoteles en Francia las habitaciones suelen ser un poco justas en este caso la habitación es amplia pero la distancia entre la cama y la pared es muy justa, si bien junto a la ventana hay una zona con dos silloncitos y una mesa. El baño igualmente muy justito de dimensiones aunque sificiente y limpio.
El personal del hotelmuy amable y dispuesto a ayudarte. Pudimos dejar las maletas en recepción hasta nuestra hora de partida. El desayuno expres un café, zumo de naranja (brik) y dos bollitos pequeños por 7 euros sin tener que salir del hotel, teniendo en cuenta los precios de Paris, muy bien. En resumen cuatro días iniciando la primavera en París, y ya sabemos que París bien vale una misa. Se lo recomiendo a cualquiera, la situación próximo a la estación de metro Odeon y la zona con mucha vida, bares, restaurantes, etc..