El "Charme" es totalmente intangible, silencioso, mágico, sutil.
Tiene que ver con los sentidos y las sensaciones.
Es algo sobrio y grandioso al mismo tiempo, asociado a la inteligencia, el humor y el misterio. El Charme, la "clase" es intelectual, sensible e imprevisible, puede darse en hombres, mujeres y lugares, y el Château Clair de lune rebosa "Charme" por los cuatro costados.
Nos seduce con sus formas, sus exhuberantes jardines, sus tricentenarios árboles, (los cedros libaneses gigantescos te sobrecogen) sus salones regios, dignos de otra época, donde todo transcurría más despacio.
Es un lugar que requiere de calma, detenimiento, poesía, grandes vinos y música relajada (Evidentemente el "Clair de Lune" de Claude Debussy sería la más adecuada). El tiempo se detiene en él, y todo nos invita a no abandonarlo.
Parece que en este lugar, los cinco sentidos están a flor de piel constantemente. Esto genera un halo de misterio muy especial, que constatamos desde el primer instante que lo visitamos.
Un lugar especial, único y mágico, que os recomiendo visitar al menos una vez en la vida.
Si tuviéramos que definirlo con una sola palabra, CHARME es la única que nos serviría.
¡Gracias por existir!
Juan Ferrer Espinosa ENÓPATA Valencia España