El hotel es precioso, en un castillo espectacular, del emperador Carlos V, vale la pena sentir la sensación de volver al pasado y dormir abrazado por tanta historia. Si bien la red de los paradores en general, es un poco austera, siempre se justifica la elección si se quiere disfrutar de edificios con carácter e historia.
Las habitaciones y baños son siempre amplios y todo esta muy bien y muy cómodo.
Los desayunos son lo único que me parece excesivamente caro, por un 50 o hasta un 25% se puede desayunar en cualquier bar. Lo demás todo muy bueno, unos salones espectaculares y auténticos, un patio central de película y todo esto en la plaza de Hondarribia, un lugar espectacular! Super recomendable!