Localización estupenda; a 3 minutos andando desde la anteúltima parada del autobús que viene del aeropuerto.
Muchos restaurantes cercanos, y el barrio judío a un paso paseando.
Las instalaciones están en muy buen estado, aunque hay pequeños detalles que se podrían mejorar, como acabados en el cuarto de baño que necesitarían un repaso, pero nada que perjudique seriamente la experiencia.
Todo el personal que trabaja allí es español o hispanoamericano, por lo que se agradece la comunicación fluida sin haber barrera idiomática. Es gente joven, por lo que ayuda y está dispuesta a asesorar sobre cualquier cuestión de la ciudad.
El desayuno es formidable y muy variado, y están constantemente reponiendo lo que se va agotando o se les pida.
La televisión tiene canales españoles vía satélite, pero no se reciben bien, por lo que es aconsejable usar alguna aplicación móvil para poder ver la tele por las noches aprovechando que el wifi funciona de manera excelente y por lo que pude comprobar, sin limitaciones.
Hay caja fuerte en la habitación, por lo que se puede dejar cualquier objeto valioso dentro de ella. También hay una cafetera y se reponen a diario el café y las infusiones.
Hay opciones más baratas, pero después de esta experiencia con ellos, repetiría sin duda.