El servicio de este hotel marca la diferencia. Se centran en el cliente entregando un servicio de excelencia y un trato acogedor y grato en todo momento. La amabilidad y la
cortesía se suman a la buena infraestructura y modernidad (la entrada a las habitaciones es con huella dactilar, lo que es muy cómodo porque no tienes que buscarla tarjeta para entrar). Las habitaciones son grandes, closests espaciosos y baño cómodo y con tina. El agua sale con buena presión. También hay un frigobar con agua, cervezas, jugos y bebidas que reponen a diario sin cargo.
Al llegar nos entregaron la habitación antes porque estaba disponible.
La disponibilidad del personal es realmente excepcional, lo que hace que cualquier detalle que no sea de tu agrado pase a segundo plano. Por ejemplo la piscina del spa estaba más bien fría, pero nos dejaron usar las instalaciones fuera del horario establecido hasta que quisiéramos. Solo nos pidieron avisar cuando nos retiráramos.
Nos demoramos 30 minutos en dejar la
habitación para hacer check out, pero en ningún momento nos presionaron ni dijeron nada para que nos apuráramos, pese a que estaban con el hotel lleno.
Antes de irnos almorzamos ahí y cómo había un poco de espera nos ofrecieron un trago de cortesía.
Sin duda volvería y lo recomendaría.