El alojamiento se encuentra en una ubicación fantástica, próxima a todos los puntos turísticos del centro de Roma y con estación de metro cercana al hotel. Se encuentra en una zona tranquila, en el segundo piso de un edificio, dispone de ascensor,algo chocante inicialmente pero que no le resta calidad al alojamiento; la habitación es amplia y cómoda, el baño también es amplio y actual.
El personal es amable y educado, nos recibieron muy bien.
Por tanto, recomiendo este establecimiento sin duda alguna, además sin dudarlo repetiría.