Los recepcionistas muy simpáticos, en todo momento te ayudan y te tratan genial. El edificio para ser como un cubo grande rojo, por dentro sorprende y no se ve como un zulo. La habitación doble está bastante bien para el precio que tiene, viene con una neverita, televisor (algo pequeño), la ventilación (no llegue a entender bien como ponerle bastante potencia porque unas veces tenía frio y otras calor) y tiene algunas cosillas que pueden ser útiles como la mesita, dos sillas y el armario con perchas (eché en falta que tuviera más perchas). El baño no estaba nada mal, tenía bastantes toallas, cosa que se agradece, jabón de manos, Gel-Champú y unos vasitos de cartón, además de un secador de pared. Lo único malo del baño sería que la ducha retenía un poco de agua y al llegar se notaba todo limpio menos la ducha que parecía que estaba como recién usada porque no estaba seco, y una vez te duchas se queda el agua y es algo desagradable. Pero para pasar una noche o un par no está mal