El hotel es antiguo, pero es limpio y el personal es amable. Está muy cerca de la Estación Central, en una zona muy comercial y céntrica, y se puede llegar andando fácilmente al lago, al casco antiguo y a la ribera. Casi no hizo falta tomar el transporte público (por cierto, la tarifa del hotel incluye un ticket de acceso gratis a todo el transporte público de Ginebra!). Desayuno incluido, muy bien.