He estado una semana en el hostel en una habitación doble con baño y mi experiencia ha sido inmejorable. El trato del personal muy cercano y siempre atentos a lo que pudiéramos necesitar. Las instalaciones me han parecido muy completas. La cocina equipada y todo siempre limpio. La zona de recepción y de estar también agradable, y la terraza, con vistas al Sacre Coeur, deliciosa en estos días de verano. Gracias por tener una guitarra a disposición de los clientes. La habitación doble un poco justa de espacio y sin armario pero correcta y confortable, y con una cafetera que es de agradecer. El servicio de habitaciones impecable. La situación es perfecta, en el barrio de Montmartre, con mucha vida, solo salir a la calle te pone las pilas. Hay tiendas, supermercados, restaurantes, ..., bien comunicado con el metro muy cerca. Quiero volver a París y quiero volver a Le Village.