El Hotel tiene 4 plantas, con poquitas habitaciones lo que le convierte en un lugar muy tranquilo para descansar despues de una larga jornada por Roma. La ubicación es muy buena, cerca del vaticano, parada de bus a la vuelta de la Esquina y metro a 5 minutos andando.
Las habitaciones muy bien, espaciosas y limpias.
El hotel incluye desayuno, el cafe es bueno, no es el tipico cafe malisimo de maquina que tienen el resto de hoteles, lo unico malo del desayuno es que no tenian aceite de oliva.
Lo mejor del hotel para mi sin duda son los trabajadores/as, conocen muchisimo Roma, saben la historia de Roma y siempre estan hay para ayudarte, aconsejarte donde ir, donde comer, donde cenar, que autobus coger, que ruta de visitas puedes hacer etc etc, son super amables la verdad. No se si volveré a Roma, lo que tengo claro es que si lo hago me alojaria en el mismo hotel.