El único punto fuerte del hotel es su ubicación, excelente zona gastronómica con oferta muy variada a solo pasos del hotel. También es un muy buen punto para conectarse con el transporte público .
Lo malo, durante nuestra estadía los días fueron fantásticos con 30 grados , lamentablemente el hotel no tiene aire acondicionado por lo que realmente la pasamos mal a la hora de descansar . Es un lugar sin pretensiones , solo para dormir. El desayuno cuesta 9 euros y no es muy variado pero al estar rotulado como orgánico lo cobran ese precio.
Tuvimos un problema con una puerta del baño que no abría y como era de noche no había nadie para repararla , tuve que pedir un destornillador y solucionarlo yo mismo, eso sí me dieron un cupón de desayuno gratis por la molestia.