El hotel está muy bien situado si la finalidad es hacer turismo en la ciudad. La recepción es pequeñita y el personal es muy amable. La habitación es confortable con todo lo básico. La cama doble es grande y cómoda.El baño es pequeño pero completamente funcional, la ducha tiene suficiente presión y el agua caliente funciona sin problema. Cuando llegamos la limpieza del baño no se había efectuado correctamente, lo dijimos y lo limpiaron. La relación calidad precio en el momento en el que reservamos fue muy buena sin duda. Me gustaría destacar el desayuno que se toma en el restaurante anexo MONO, con puerta directa desde la recepción. Cuando fuimos sólo era tipo bufé el fin de semana. El lunes, único día que hicimos uso de este servicio fue servido en mesa y fue fantástico. Como contrapunto negativo diré que el restaurante anexo está muy animado en fin de semana, el sábado hubo música en directo y se oía desde las habitaciones. Algo ya había sospechado cuando al entrar en la habitación vi tapones para los oídos en la mesilla. Nuestra habitación estaba en la segunda planta y se escuchaba la música. Para nosotros no supuso un problema, pues a las 23h terminaron, una hora razonable. No obstante, para los que se acuestan pronto es algo a tener en cuenta.