Se trata de una gran finca a 7 km del pueblo, con piscina, un precioso jardín y unas amplias estancias.
Se respira muchísima tranquilidad. Es un buen lugar para descansar y coger energía.
Esta muy bien situado. Desde su ubicación se pueden hacer visitas a diferentes pueblos, senderismo, visitas a bodegas...
Sus propietarios, Elena y Jaime, son de lo más agradables y dispuestos a que te encuentres cómo en casa. Siempre están atentos a que estés cómodo. También te asesoran de lugares para visitar.
Realmente han sido unos días estupendos!!!