Hotel renovado recientemente, céntrico pero en zona tranquila, junto al Hotel Villa de France. Muy buena ubicación y con taxis en la puerta.
Si embargo, a inicios de 2018 aún le falta para funcionar bien. El wifi no llega a las habitaciones, al menos a la tercera planta y el spa aún no estaba funcionando. Poco personal atendiendo el bar, el restaurante o la zona de desayuno. Desayuno no muy variado y algo caótico, pues siempre faltaba algo por reponer, aunque el personal tenía buena disposición y no paraba de correr.
Zona de recepción y resto impecable. Con buenas vistas del Estrecho desde la zona de piscina, que tampoco es muy grande.