La estancia en este hotel fue buena excepto por GEORGI GEORGIEV. El trato dispensado fue HUMILLANTE y MALEDUCADO, en ningún sitio me lo hicieron pasar tan mal. Nos trató de pena, primero como mentirosas por decir que no nos informaran del desayuno a los 8,00 los fines de semana, y después sin molestarse en dirigirse a nosotras en un inglés despacio, diciendo que el hablaba así. Tampoco nos facilitó hoja de reclamaciones y por supuesto nada de bolígrafo.
Lo último ya fue ignonarnos como si no hubiera nadie.
Por este "personaje", mi valoración del hotel baja bastante y me da pena pues tanto las chicas de recepción, como el personal de restaurante y limpieza fueron inmejorables, siempre dispuestos aayudar y con una sonrisa. Mi enhorabuena para ellos.