En líneas generales muy bien. Los encargados muy amables, en todo momento predispuestos y detallistas. Me alojé en el apartamento exclusivo, y, sinceramente, esperaba más de él. No me pareció para nada exclusivo. Es original y bohemio, pero no del todo práctico. Las escaleras en ambos (hostal y apartamentos) no ayudan tampoco, sobre todo si vas cargado.
Eso sí, tiene un tamaño adecuado, tiene lo básico y puede que suficiente. Y está bien ubicado. Muy cerca del Parlamento, por ejemplo.
En su contra: la zona es bastante ruidosa de noche y no del todo vistosa. Los edificios son oscuros y lúgubres. No nos ha pasado nada en absoluto, pero no me pareció de las más seguras de Budapest.
A mejorar también la ubicación de algunos enchufes, colocado en lugares inverosímiles y poco útiles. Por ejemplo en el techo del altillo. Altillo que quedar queda bien, pero no es nada práctico ni cómodo. Y, para ser apartamento, hemos echado en falta un fuego, algo para limpiar la ropa y accesorios varios que sí que suele haber en los apartamentos.
En resumen, la estancia bien, pero no sé si repetiría...