Fue magico, pasamos de la sorpresa de no encontrar el hotel a pesar que teniamos el domicilio ya que esperabamos un letrero en la calle , este no existe, la entrada era un porton antiquisimo perfectamente conservado que escondia un viejo palacio. el hotel se anunciaba solo en el portero electrico, al entrar ( segundo piso ) fue fantastico Carlo y Daniela se desvivian por atendernos trayendonos cafe con masas, la habitacion amplia luminosa , un bano super equipado, mucho mas de lo que esperaba, un desayuno correcto, se trata de un hotel B a B . muy calido, con muy pocas habitaciones, sin dudas lo recomiendo, la van a pasar bien.