Esre hotel está situado a 5 minutos andando de la estación central (haupbhanhof) y puedes ir caminando por todo histórico desde él sin necesidad de comprar tarjeta de transporte público.
La recepción coinciden con la barra de una cafetería, pero el personal es muy amable.
Las habitaciones aunque puedan parecer un poco pequeñas, tienen el espacio muy bien aprovechado (ducha separada por una mampara del WC, una encimera entre la zona del baño y la cama,...)
La cama se sitúa sobre el suelo, en un altillo de 3 escalones frente a un gran ventanal, que en nuestro caso daba a un pequeño jardín y un edificio de oficinas.
La cama era muy cómoda y disponías en la habitación de jabón y champú de ducha, gel y crema de manos y pañuelo.
Además, por si no fuera suficiente con esto, ponen a tu disposición a coste 0 una especie de iPhone para usar durante toda la estancia (incluso fuera del hotel) con abundante información de la ciudad, realizar llamadas internacionales y descargar aplicaciones.