Aparentemente:un hotel bonito, cuidado, buenos jardines, piscinas grandes, personal agradable, habitación aceptable. Lo malo es cuando te vas fijando en detalles que un 4 estrellas no se puede permitir.
Nada más llegar llegar, aparca en la puerta un autobús lleno de familias como he definido en el título de mi comentario. Se llena la recepción y va pasando por la cola una chica que SÓLO HABLA EN INGLÉS explicando a nivel general aspectos del hotel (primer error que me hace activar alarmas). Nos entregan la habitación, la primera del pasillo y junto a unas escaleras que van a ser nuestra tortura el resto de los días. La habitación no está mal, nos tumbamos y otro error: colchón que no es cómodo y almohadas que ni dobladas hacían una normal (dolor de cuello terrible todos los días y no descansar como se debe).
Las instalaciones no las hemos disfrutado. No hemos pisado la piscina en toda la semana, lleno de gente a rabiar, cuatro filas de tumbonas alrededor de ellas, familias desperdigadas por los jardines, ruido estresante, animación constante EN INGLÉS que no respeta ni las horas del medio día (la 1, las 2,
las 3), monitores con micrófono, música muy alta, niños maleducados dando voces, no hablar alto, dar voces...Entiendo que es para familias y me gustan los niños, trabajo con ellos pero eso no se puede aguantar! No solo hay familias ni niños y también hay españoles, parejas, familias con adolescentes, etc. La comida siempre la misma, escasa y para la clientela mayoritaria