Jamás vinieron a buscarme a la terminal de tren, aunque lo habían confirmado por mail. El hotel queda muy cerca, y nos fuimos caminando bajo una lluvia torrencial. Al encontrarlo, la empleada a cargo no sabía de nuestra reserva... Por eso no nos fueron a buscar, según se excuso. Las habitaciones son INTERNAS, esto es, sin ventanas... El lavabo (fuera del baño) solo con agua fría... La ducha sí tenía agua caliente. Internet no tiene alcance, y cuando encuentras conexión, se corta a cada rato... El desayuno, muy básico. Nos tocó un toallon con mancha de sangre... Muy desagradable... Los empleados cordiales, tratando de suplir las falencias de las instalaciones