La mejor elección fue quedarme aquí. La señora que nos recibió, que se llama Caridad, fue súper amable nos ayudó en todo lo que pudo y en todo lo que le pedimos... DENTRO DE SUS POSIBILIDADES. Por ejemplo pedirnos un taxi, buscar comunicarnos con los otros hoteles a donde íbamos, consejos sobre cómo movilizarnos, ya saben.. cosas que no dicen en las guías turísticas. Pena que no pude reservar una noche más, y cuando volví de Trinidad tampoco pude, me hubiese gustado regresar y despedirme de Caridad. Excelente todo, la dueña me ayudó también a través de la aplicación cn Expedia, yo le escribí desde Peru y me ayudó cn el taxi del aeropuerto, en general ... si vuelvo a ir, solo me quedaría ahí. Está cerca de la plaza vieja, y puedes ir a tomarte un mojito, comer y regresar tranquila. Es muy conveniente. TV, A/c, caja fuerte, baño limpio y privado.
El único problema es la vecina. Grita un montón y hace bastante bulla, pero bueno ... es parte de la experiencia. A veces ya daba un poco de risa pero como se sale a pasear, eso no fue realmente un problema. Además, Caridad pidió disculpa por la bulla que hace la vecina... jaja
Todo bien! Y súper amables. Gracias por todo