El hotel está bastante bien, amables, limpio, cómodo y habitaciones espaciosas, luminosas y mirando hacia el río Mosela, desde de allí puedes hacer bonitos paseos, está en frente de Coblenza por lo que sí está algo alejado de las visitas al centro, pero tampoco es un problema mayor.
Lo que menos me gustó es que pegado al hotel pasa el tren, y tanto el ruido como algunas trepidaciones de la habitación no permiten un buen descanso por la noche.