Hotel próximo a la estación de tren. Al centro de Poznan tienes un paseo de unos 20 o 25 minutos. La habitación era muy amplia. La cama quizá un poco dura para mí gusto. El baño también amplio con muchas amenities aunque la bañera no tiene mampara sino cortina, que es lo que me parece un poco antihigiénico aunque estaba todo muy limpio. El desayuno de 10. Hay para todos los gustos, fruta muy variada, los croissant estaban deliciosos, helados, café de cafetera o de máquina, licuadora para hacerte el zumo de lo que quieras al momento, incluso tienen una sartén especial para hacer cofres.