Un edificio moderno de unas 8-10 plantas, con habitaciones sencillas, todo muy moderno, en tonos blancos y claros, con cama, pequeña repisa de madera a modo de mesilla con una lamparita, un perchero y mesa copn una silla, nevera y caja fuerte, en el pasill, luminoso y largo, hay un baño compartido pequeño con ducha, lavabo, con salientes para colgar ropa, dispensador de jabón en la ducha. En la planta baja hay una zona con mesas y sillas a modo de zona común, otra en la planta 8 y un gimnasio y lavandería. El edificio está situado en la Calle de Alcalá, cerca de la parada de metro de Manuel Becerra, a diez minutos andando del Wizink Center y a media hora del centro. Todo muy limpio aunque, al ser compartido los baños, se ensucian pronto.Muy bien la atención personal. Lo más molesto es que al hacer el checkin te piden muchos datos, te piden la tarjetas para comprobar su validez, aunque no te cargan cantidad alguna, y para asegurarse de cubrir posibles daños en la propiedad, lo cual hace parecer que te están tratando como lo que no eres.