El hotel está muy bien situado con dos edificios endoscalles paralelas. En la de arriba teníamos nuestra habitación y en el ático hay una piscina grande con terraza al aire libre con vistas inmejorables a la playa.
La habitación muy grande tipo apartamento y con terraza, muy bonita, en buen estado. Como pega los servicios, que me llamó la atención que no tuviese secador, y el aire acondicionado no funcionaba. Además habia una nevera tipo doméstica vacía y entiendo debería haber un mini servicio de bebidas al menos.
En el otro edificio de la calle de abajo, situado a pié de playa en una calle muy animada llena de establecimientos de hostelería, de regalos, con puestos de todo tipo... hacíamos el desayuno el cual ofrecía variedad y pasaban con una carta a mayores para hacer algo caliente en el momento a elección (tortitas de tapioca con ingredientes, omelettes, crepes...)
Al lado de la zona de desayuno hay otra piscina que también está disponible para uso del cliente... unido a una terraza al aire libre con vistas al mar