La estancia en general estuvo bien, pero el último día, al llegar a la habitación nos faltaron cosas, entre ellas un peluche de mi hija pequeña, que se pasó la noche llorando. Bajamos a avisar a la recepción y no nos hicieron mucho caso, que ya nos avisarían si aparecía, no se trata de algo que perdiéramos nosotros, ya que al marcharnos de la habitación, lo dejamos encima de la cama, sino de que alguien se lo llevó.