Lamentablemente la experiencia de nuestra estadía en el Hotel Constituyente, de la ciudad de Santa Fe Capital, fue decepcionante. No pudimos dormir ni descansar como consecuencia de que las autoridades del establecimiento permitieron que otros huéspedes alojados también en el hotel estuvieran, literalmente, en “estado de fiesta y celebración” permanente. Como agravante admitieron, en el interior de las habitaciones y pasillos del hotel en horas de la madrugada, la ingestión de bebidas alcohólicas, consumo de cigarrillos en lugares cerrados y niveles de música extremadamente elevados, haciendo imposible conciliar el debido descanso del resto de los hospedados.