Me gustó que cruzando la calle (frente al hotel), había una tienda de conveniencia, una gasolinera, un mcdonalds de 24 horas y varios restaurantes más (la mayoría fast food, pero siempre es bueno tener lugares para comer cerca). No me gustaron las camas, se ve que están muy viejas por lo cual los colchones estaban deformes literalmente. El cuarto en general está bien, no faltó nada, pero el baño sentí que no estaba lo suficientemente desinfectado.
Otra ventaja que he olvidado mencionar, es que dentro del hotel, hay un restaurante-bar, máquinas de sodas y dulces, papas y hay lavadora y secadora de paga, pero a disposición de todos los huéspedes.