Me gustó la limpieza y las instalaciones, además de que cuentan con una tienda de snacks. Todo estuvo perfecto.
Lo ÚNICO QUE NO ME GUSTÓ fue que la recepcionista nos dijo que NO HABLABA ESPAÑOL, lo cual, me parece decepcionante, ya que trabaja en un hotel, y aún más siendo que su apellido es “Canales”. Nos dio la impresión de que NO QUISO hablarnos en español. En fin, le hablamos en inglés y no tuvimos problema, pero sí nos decepcionó su actitud.