Mi idea era coger un hotel, para ir caminando al centro y no fue el caso.
Se necesita coger el metro para llegar al centro.
En la web ponía que entraba el desayuno y una vez lleguemos allí nos dijeron que no estaba incluido.
No pudimos entrar a la habitación hasta las 3, hora local.
El wiffi se paga.
Los trabajadores del hotel no se dignan ni a saludarte cuando te encuentran en el ascensor.
En recepción brilla la amabilidad y la simpatía por su ausencia, excepto una chica joven que nos ayudo por la noche y nos dejo un cargador, ya que no llevábamos lo correcto para los enchufes de alli. Fue muy amable y se preocupo, subiendo hasta la habitación para ver si el enchufe que nos dejaba funcionaba adecuadamente.
POSITIVO:
Las habitaciones son grandes comparado con lo que puedes ver en Londres.
Tienes todas las comodidades, cama grande y cuatro almohadas medianas, perchas, te en la habitación, radiador, doble ventana.
El baño es muy cómodo, no muy amplio.
La TV es táctil.
Volvería a alojarme en este hotel y lo recomendaría.