La habitación era un poco pequeña pero cubría nuestras necesidades. Estaba completamente remodelada con muebles y cuarto de baño nuevos.
Desde el hotel se puede ir caminando a todas partes y la estación de trenes queda a 15 minutos a pie. Stuttgart es llana y de fácil pateo. En la ciudad hay muchas cervecerias pero creo que aún hay más heladerías, merece la pena pararse en una terraza y tomarse un espectacular helado.
Las visitas a los lugares emblemáticos son gratuitas.
Merece la pena desplazarse a Neckarpark para visitar el museo Mercedes Benz.
Recomiendo visitar algunas ciudades de los alrededores, entre ellas Tübingen, Ulm, Herremberg, Esslingen, Bietigheim-Bissingen y Waiblingen.