Para pasar un par de noches, válido por la situación, en mitad de la Royal Mile, pero nosotros estuvimos cuatro y no pasa el corte. Cama algo incómoda , habitación de tamaño correcto, al igual que el baño, pero el servicio de limpieza y reposición de papel y toallas, inexistente.
Una nevera daría un servicio buenísimo.
De otros años a ahora, el desayuno es pobre,escaso y no merece la pena.
El staff muy amable y atento, lo mejor del hotel.