Después del cambio de nombre, esperaba una mejora de las instalaciones, pero siguen tan viejas como antes, o más. El sistema de luces es inoperativo, no permite utilizar los enchufes junto a la cama con la luz encendida...
El arreglo de las habitaciones se retrasa mucho y no ha terminado incluso después de la hora de comer, fastidiando el descanso.
El desayuno, como siempre, estupendo. Y se aprecia la cercanía a la playa y a su paseo.
La piscina sólo dispone de 2 sombrillas y no hay más sombra para las tumbonas.